20 may 2015

¿Todo queda en familia ?

 ¿TODO QUEDA 
EN FAMILIA?

Las compañías familiares suelen tener un ambiente de mayor compañerismo y confianza; le permiten al empleado trabajar con quienes conoce de toda la vida, pero esto puede ser contraproducente. Muchas veces, la ropa sucia no termina lavándose en casa. 


Las empresas familiares (EF) tienen el reto de hacer compatibles dos mundos muy complejos: el corporativo y el familiar. Para María Piedad López, consultora de este tema en Family Council Consulting International Group (FCCIG),"el principal reto que enfrentan es conservar la unidad y armonía de sus miembros, mientras trabajan por el crecimiento de la empresa.

Muchas de ellas son microempresas como panaderías, en las cuales el padre o el abuelo son los fundadores y trabajan hasta la vejez. Luego, los hijos, hermanos o primos, que aprendieron el oficio, toman el mando. Pero, cuando tienen que lidiar entre sí o asumir posturas diferentes a las de sus antecesores llegan los problemas. Al respecto, Colombia maneja cifras escalofriantes: según la Superintendencia de Sociedades, solo un 30% alcanza a la segunda generación y menos del 10%, a la tercera. Según los expertos, los siguientes son los mayores inconvenientes:
1 Confundir el derecho de propiedad con la capacidad para dirigir una 
     organización.
2 No diferenciar los flujos económicos entre la empresa y la familia.
3 Mezclar los lazos familiares de afecto con los contractuales.
4 Retrasar la sucesión ejecutiva y no planear la de tipo patrimonial.

Visión clara de familia y empresa
"Las familias empresariales deben realizar un esfuerzo para definir qué  es lo que buscan y qué tipo de estirpe quieren ser (visión familiar), qué esperan de su propiedad (visión patrimonial) y qué anhelan de sus empresas (visión corporativa), y, una vez definidos estos puntos, realizar el esfuerzo por trabajarlas de forma paralela, haciéndolas coherentes entre sí y vinculando estos tres ámbitos para conservar una familia unida, transmitir su legado y el de la empresa de generación en generación", argumenta López.

Esto es importante para las microempresas y para las grandes corporaciones. Muchas veces habrá choques y diferencias personales, pero, como deben vincularse a los tres ámbitos mencionados, la idea es que esas peleas sean siempre constructivas y que la experiencia enseñe, en pro del mejoramiento de las personas y el logro de los objetivos de la organización. Esto se alcanza desde la contratación. No se trata de emplear al primo o al tío porque son familia, ellos deben conocer el oficio y ser idóneos para los cargos que quieran ocupar. Sobre esto, Jorge Aguilera, director de la empresa de consultoría Imagepeople, explicó: "La comunicación abierta es fundamental no solo en corporaciones, sino en empresas de bajo o mediano perfil, más si son familiares. Deben evitarse los choques de egos, envidias y juegos de poder. Si gana uno ganan todos. Los conflictos de la niñez deben quedarse en el álbum familiar".
Disciplina y reglas 
Para un buen diálogo debe haber orden y no existe esta condición si no hay reglas. Al respecto, Darío Mendoza, director de la empresa de consultoría Talentos Únicos plantea crear un protocolo de negocio familiar como una gran herramienta de apoyo."Este determina el manejo de la empresa para trabajar con familiares y dejar los problemas personales en la casa. Es difícil porque los humanos somos integrales, pero eso implica un proceso de madurez personal".

Algo importante: a la hora  de establecer las bases de dicho protocolo, todos deben estar presentes y de acuerdo. Si no, los que no asistieron o que votaron en contra de lo propuesto siempre criticarán lo que se haga, justificándose a ellos mismos. Para  esto, "la experiencia de choques previos y la oportunidad de trabajar con quienes se conocen de toda la vida ayudará mucho para determinar estos parámetros. Así se sabe quién es problemático, líder y cómo se une el temperamento y las capacidades de todos para determinar funciones y no dejar nada por fuera, haciendo que la empresa crezca", agregó Mendoza. 
  
No temas pedir ayuda 
Para Mendoza, lo mejor es tener ayuda de un agente externo, alguien que no esté involucrado emocionalmente ni con ls empresa ni con la familia. Su opinión debe ser imparcial, transparente, objetiva e independiente.
"Los temas que esta persona manejará podrán ser muy familiares, pero su índole es corporativa. Además, ayudará a profesionalizar la compañía. Por ejemplo, el dinero de esta no es para que el primo compre carro. Ahí arrancan muchos problemas financieros y personales, porque los demás lo toman a título personal", añadió.

Por esto es importante que en una EF usted entienda lo que alguna vez dijo Cristo: "Al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios". Es decir, que es necesario separar los temas personales de los corporativos, para que la compañía de fruto y, al mismo tiempo, los lazos familiares se mantengan intactos. 


 
 


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